15 Alimentos de Navidad Peligrosos Para tu Perro
Con la llegada de la Navidad, nos reunimos con la familia y nuestros hogares se llenan de aromas de comidas y dulces típicos de esta época tan especial del año.
¡Pero debes tener cuidado! Ya que esta es la temporada en la que más perros son llevados al veterinario debido a intoxicaciones. La mesa estará repleta de chocolate y turrones prohibidos para ellos.
El marisco y las salsas con cebolla y ajo tampoco deben comerlos. Los huesos cocidos del tradicional pavo asado pueden astillarse y ser dañinos, y ni hablemos de darle de probar champán…
Así que evita darle cualquier tentempié de la mesa durante estas fiestas. Ah, y mantén el cubo de basura bien cerrado porqué sabemos que son buenos rastreadores y acabarán husmeando los restos de comida.
Mantén su hocico alejado de los siguientes alimentos:
Cebolla
Los perros no pueden comer cebolla. Contiene tiosulfato, un compuesto que induce la destrucción de los eritrocitos, las células encargadas de transportar el oxígeno por el cuerpo.
Esto provoca anemia hemolítica, que detectarás como debilidad, dificultad respiratoria, orina sanguinolenta… Es una situación de riesgo para la vida de tu perro. Puede requerir ingreso hospitalario e, incluso, transfusiones sanguíneas en casos graves.
También puede mostrar signos gastrointestinales [1].
Ajo
Los perros no pueden comer ajo. Contiene tiosulfato, causando la misma sintomatología que la cebolla, y también alicina y ajoene, compuestos vegetales con propiedades hipotensoras y antitrombóticas, que agravan los efectos de la anemia.
La cocción no reduce su toxicidad, por tanto, no pueden comer sopa o salsas que lo contengan, ni tampoco ajo en polvo.
La toxicidad se da por el consumo repetido de pequeñas cantidades o por un consumo puntual abundante [1].
Huesos
Roer huesos ayuda a los perros a mantener su salud bucodental, pero no todos son válidos. Estos son los huesos prohibidos:
- Cocidos, de cualquier tipo, o crudos de conejo o pollo: se vuelven quebradizos y se astillan, quedando un borde afilado que puede causar lesiones y perforaciones en la cavidad bucal y tracto digestivo.
- Irrompibles: pueden partir sus dientes.
- Pequeños: hay riesgo de ser tragados y producir obstrucciones.
Los perros pueden comer huesos crudos, de gran tamaño y carnosos, como los de cerdo o vacuno. Siempre de forma esporádica y bajo supervisión.
Grasa y residuos de la carne
Los perros no pueden comer las sobras de carne de la mesa.
Estos alimentos, como la carne de cerdo o de res, son ricos en grasas y pueden causar graves trastornos en el páncreas como pancreatitis.
Asimismo, si acceden a la basura y comen carne de hace días, pueden intoxicarse por las endotoxinas del alimento en mal estado.
Tu perro mostrará signos gastrointestinales repentinos, como vómito, dolor abdominal intenso, diarrea e inapetencia [2].
Salsas
Los perros no pueden comer salsas. La mayoría de recetas de las salsas que acompañan a nuestros platos contienen cebolla, ajo y sal, ingredientes perjudiciales para nuestros peludos.
Y, si hablamos de salsas procesadas, muchas de ellas contienen conservantes insalubres y, si es una salsa 0% azúcares, como algunos ketchups, normalmente contienen xilitol, altamente tóxico para los perros.
Aprende con este vídeo cómo hacer una receta casera de una salsa saludable para tu peludo para aderezar su cena de Navidad.
Uvas y pasas
Los perros no pueden comer uvas ni pasas. Son altamente tóxicas a causa de una micotoxina nefrotóxica, es decir, una toxina producida por hongos dañina para el riñón, o de una reacción anómala a un componente de estas frutas.
Los síntomas de intoxicación empiezan con vómitos, debilidad y beber más agua de lo normal y, posteriormente, siguen con signos de fallo renal agudo, como inapetencia, deshidratación y dejar de orinar; podría acabar muriendo si no se trata a tiempo [3].
Alcohol
Los perros no pueden beber alcohol. Hablamos de bebidas alcohólicas, como la cerveza, el vino o el champán, y fruta fermentada o en descomposición, que producen etanol.
Los síntomas de intoxicación van desde signos nerviosos, como descoordinación, desorientación y somnolencia, metabólicos, como hipotermia e hipoglucemia, y digestivos, como vómitos, pudiendo llegar al coma etílico y muerte.
La dosis letal es de 15 ml de alcohol 40% por cada kg de peso de perro.
Chocolate y turrón
Los perros no pueden comer chocolate porque contiene una metilxantina, llamada teobromina, una sustancia propia del cacao tóxica para los perros.
Además, algunos pueden contener frutos secos prohibidos para perros, como nueces de macadamia.
Cuanto más negro es el chocolate, más cacao y teobromina contiene, y más tóxico es, por eso, el chocolate negro y el cacao en polvo són mas perjudiciales que el chocolate con leche. Los síntomas de intoxicación son digestivos, cardíacos, nerviosos y urinarios [4].
Aquí os dejamos el caso real de Cosito, un perro intoxicado por ingerir una tarta de chocolate negro.
Nueces
Los perros pueden comer nueces sin cáscara, en cantidades muy reducidas y de forma muy esporádica, siempre al natural, sin especias añadidas.
Aún así, su ingesta conlleva algunos riesgos que debes conocer:
- Puede derivar en obesidad y alteraciones pancreáticas porque son muy calóricas.
- Si tragase la cáscara, podría obstruirse, poniendo en riesgo la vida de tu mascota.
- El nogal y la cáscara de la nuez negra contienen juglona, una sustancia usada como defensa natural del árbol que es tóxica para los perros, produciéndoles signos neurológicos, como debilidad, parálisis e, incluso, la muerte.
Nuez moscada
Los perros no pueden comer nuez moscada. Es tóxica para ellos, incluso en pequeñas cantidades, debido a una sustancia llamada miristicina que se encuentra en el aceite de la semilla.
Su ingesta causa signos digestivos y nerviosos, como temblores, somnolencia, alucinaciones y convulsiones.
Café
Los perros no pueden comer granos de café ni beber café. Es tóxico para ellos por su elevado nivel de cafeína y teofilina, otros dos tipos de metilxantinas.
Los síntomas de intoxicación aparecen con la ingesta de 20 mg de cafeína por kg de peso de perro, y van desde signos digestivos, hiperactividad, taquicardia, hipertermia y temblores, hasta coma y muerte [4].
Levadura
Los perros no pueden comer levadura cruda. El problema radica en dos motivos:
- La levadura cuando llega al estómago se expande y produce dilatación del estómago, pudiendo incluso retorcerse sobre sí mismo, siendo una situación potencialmente mortal. En este vídeo te enseñamos cómo identificar esta torsión. Además, la expansión del estómago presiona el diafragma, dificultando la respiración.
- Por otro lado, la levadura fermenta produciendo etanol, que pasa a la sangre y da lugar a intoxicación y coma etílico.
Encontramos levadura cruda en la masa del pan, pizzas, tartas y bollería en general, así que procura que tu fiel amigo no ponga las ‘patas’ en la masa.
Puré de patata
Los perros no pueden comer puré de patata porque lleva mantequilla, sal, especias y leche.
Los perros tampoco pueden comer patata cruda, inmadura o germinada, ya que contienen solanina y chaconina, unas sustancias naturales de la patata y su planta, tóxicas para los perros.
La cocción degrada estos compuestos tóxicos, por eso los perros sí pueden comer patata cocida y pelada.
Los signos de intoxicación son digestivos y nerviosos, porque irritan vías digestivas e inhiben la transmisión de impulsos nerviosos [5].
Alimentos con xilitol
Los perros no pueden comer alimentos con xilitol.
El xilitol es un edulcorante artificial altamente tóxico para los perros. Los síntomas de intoxicación son hipoglucemia grave, pudiendo causar su muerte si no se trata de inmediato, y fallo hepático agudo asociado a trastornos hemorrágicos, que pueden aparecer días después de la ingesta [6].
Algunos alimentos que contienen xilitol son postres y productos 0% azúcar.
Queso azul
Los perros no pueden comer queso azul, como Roquefort, Cabrales o Gorgonzola.
El motivo es que para la elaboración de este tipo de quesos se utilizan hongos que producen una micotoxina, llamada roquefortina C, causante de signos neurológicos, como pérdida de equilibrio y parálisis.
Además, el queso en general contiene grasas y sales que no le serán beneficiosas.
Alternativas al queso azul son opciones bajas en grasa y sodio, como la mozzarella o el cheddar.
Conclusión
Ya ves que hay una larga lista de peligros para nuestras mascotas en nuestras mesas navideñas, así que protege a tu can evitando darle estos alimentos
Echa un vistazo a esta lista de alimentos prohibidos para perros, donde añadimos otros muchos alimentos que tu perro no debe comer.
Referencias
[1] Salgado, B. S., Monteiro, L. N., & Rocha, N. S. (2011). Allium species poisoning in dogs and cats. Journal of Venomous Animals and Toxins including Tropical Diseases, 17, 4-11. Available at: https://www.scielo.br/j/jvatitd/a/HB5wqsgNcbhcg8cGm3hy95j/?lang=en.
[2] M. Angeles Daza, Esther Ayuso. Intoxicaciones más frecuentes en pequeños animales. Urgencias. Rev. AVEPA, 24 (4) 231-239, 2004.
[3] Reich CF, Salcedo MC, Koenigshof AM, Hopp MM, Walker JM, Schildt JC, Beal MW. Retrospective evaluation of the clinical course and outcome following grape or raisin ingestion in dogs (2005-2014): 139 cases. J Vet Emerg Crit Care (San Antonio). 2020 Jan;30(1):60-65. doi: 10.1111/vec.12905. Epub 2019 Nov 12. PMID: 31714003.
[4] Gwaltney-Brant S: Chocolate intoxication. Vet Med. 2001; Feb: 108-111.
[5] Preti, R., Rapa, M., & Vinci, G. (2017). Effect of Steaming and Boiling on the Antioxidant Properties and Biogenic Amines Content in Green Bean (Phaseolus vulgaris) Varieties of Different Colours. Journal of Food Quality, 2017, 1-8. Available at: https://www.hindawi.com/journals/jfq/2017/5329070/
[6] Schmid RD, Hovda LR. Acute Hepatic Failure in a Dog after Xylitol Ingestion. J Med Toxicol. 2016 Jun;12(2):201-5. doi: 10.1007/s13181-015-0531-7. PMID: 26691320; PMCID: PMC4880608.
Helena es una amante de los animales desde bien pequeña, por ello, se graduó como veterinaria en la UAB. A lo largo de su carrera, realizó prácticas en varias clínicas de pequeños animales en Barcelona, su ciudad natal, y durante seis meses en la universidad de medicina veterinaria de Helsinki, la capital finlandesa. Además, realizó un voluntariado en un centro de recuperación de fauna silvestre en Costa Rica. Actualmente ejerce en un hospital veterinario atendiendo citas preventivas, casos crónicos de medicina interna y visitas de urgencia.