¿Pueden los perros comer plátanos? La respuesta de una veterinaria
Los plátanos son un delicioso tentempié para nosotros los humanos: son fáciles de comer sobre la marcha, saben muy bien por sí solos, pero también acompañando postres, o incluso en un batido.
Además, son una excelente fuente natural de nutrientes y fibra. Como sabemos lo beneficiosos que son los plátanos para nuestra salud y nos encanta mimar a nuestros perros, muchos padres de mascotas se preguntarán: «¿mi perro también puede comer plátanos?». Esta guía te dirá todo lo que necesitas saber sobre cómo alimentar a los perros con plátanos de forma segura.
¿Es seguro alimentar a los perros con plátanos?
La respuesta corta es: ¡sí! Los plátanos son una golosina sabrosa que la mayoría de nuestros compañeros caninos disfrutan. La buena noticia es que contienen muchos nutrientes beneficiosos para la salud de tu perro y son una alternativa saludable a la mayoría de las golosinas comerciales.
Sin embargo, hay algunas cosas que debes saber antes de que tu animal de compañía empiece a comer. ¿Es posible dar demasiados plátanos? ¿Puede el plátano aliviar el malestar estomacal? ¿Es seguro para nuestras mascotas comer la cáscara?
Beneficios del plátano para la salud de los perros
A diferencia de muchas de las golosinas disponibles para nuestros amigos peludos, los plátanos son una alternativa natural con mucha menos grasa y sal. Además, contienen muchos nutrientes y vitaminas que son beneficiosos para tu perro.
- Fibra – La fibra desempeña un papel fundamental en el mantenimiento del sistema digestivo. La fibra afecta a la velocidad con la que los alimentos se desplazan por el tracto gastrointestinal y puede ayudar con algunos problemas de digestión.
- Potasio – Este es un mineral importante que ayuda a mantener los niveles normales de líquido dentro del cuerpo y ayuda al funcionamiento del corazón, los nervios y los músculos.
- Vitamina B6 – Esta vitamina es necesaria para varias funciones corporales, como la producción de glóbulos rojos y de glucosa. La vitamina B6 también es necesaria para que las hormonas, el sistema inmunitario y el sistema nervioso de tu perro funcionen correctamente.
- Vitamina C – Es un antioxidante que refuerza la inmunidad, reduce la inflamación, retrasa el envejecimiento y acelera la curación de los tejidos
- Magnesio – Es un mineral que favorece el crecimiento saludable de los huesos y ayuda a convertir los alimentos que ingerimos en energía. El magnesio también ayuda al cuerpo a utilizar otras vitaminas y minerales.
- Biotina – Este nutriente ayuda al cuerpo a mantener sanos el tejido conectivo, la piel y el cabello. También es necesario para el crecimiento, la digestión y la producción muscular.
¿Qué cantidad de plátano puedo dar a mi perro sin ponerlo en peligro?
La cantidad de plátanos que puedes dar a tu perro sin peligro depende de varios factores, como su edad, raza, tamaño, nivel de actividad y estado de salud. Antes de dar plátanos a tu mascota, lo más seguro es que preguntes al veterinario, que podrá ayudarte a determinar qué cantidad es una porción segura para alimentarlo.
Dar a nuestros perros golosinas suele ser una buena idea durante el juego o el adiestramiento, y un plátano es una opción saludable para la mayoría. Sin embargo, un exceso de plátano puede provocar trastornos estomacales, como estreñimiento, diarrea, gases e hinchazón.
Teniendo en cuenta lo sabrosos que son los plátanos, no es de extrañar que contengan mucho azúcar. Un exceso de azúcar no sólo puede provocar enfermedades, sino también un aumento de peso, problemas gastrointestinales y otros problemas de salud como la diabetes.
Otra cosa que hay que recordar es que todos los perros deben tener una dieta completa como fuente principal de alimentación. Una dieta completa ha sido formulada especialmente para satisfacer las necesidades nutricionales de tu perro y le proporcionará todos los nutrientes esenciales que necesita.
Por lo tanto, aunque el plátano contiene muchas vitaminas y minerales beneficiosos, no es aconsejable dárselos en grandes cantidades a tu perro.
Como regla general, el 90% de la dieta de tu perro debe ser suministrada en su comida normal, y el 10% puede ser suministrado en forma de golosinas
¿Cuándo son malos los plátanos para los perros y qué perros deben evitarlos?
Debido a su alto contenido en azúcares, alimentar con plátanos puede no ser una buena idea para los perros con sobrepeso. Además, los plátanos deben darse con cuidado a las razas pequeñas o a las que tienden a engullir la comida, por si se atragantan o sufren una obstrucción.
Los cachorros necesitan dietas especialmente formuladas para proporcionarles todos los nutrientes necesarios para un crecimiento y desarrollo saludables. Existe el riesgo de que la administración de plátanos interfiera en este equilibrio saludable, por lo que debes consultar a tu veterinario antes de dar un plátano a tu cachorrito.
Algunos perros son propensos a sufrir trastornos estomacales y hasta un bocado de plátano puede alterar su estómago. Si tu perro tiene un estómago sensible, lo más seguro es evitar darle plátanos u otras golosinas.
Otros perros padecen alergias alimentarias. Los signos de una alergia alimentaria son el babeo, la hinchazón, la urticaria, los vómitos y las dificultades respiratorias, que pueden empezar poco después de comer un alimento concreto. Si sospechas que tu perro es alérgico a los plátanos (o a cualquier otro alimento), es importante que llames inmediatamente a tu veterinario, por si el animal necesita un tratamiento de urgencia.
¿Los plátanos provocan diarrea a los perros?
En la mayoría de los casos, los plátanos no provocan diarrea. De hecho, pueden ayudar a aliviar algunos problemas digestivos, incluida la diarrea, porque contienen altos niveles de fibra.
Sin embargo, demasiados plátanos pueden causar estreñimiento y en algunos perros, los plátanos no ayudan a aliviar la diarrea en absoluto. Si este es el caso de tu mascota, hay que llamar al veterinario, sobre todo si la diarrea dura más de 24 horas o si el perro también se encuentra mal con otros síntomas como vómitos o disminución del apetito.
¿Pueden los perros comer la piel de plátano?
Aunque técnicamente las pieles de plátano no son tóxicas para los perros, no son especialmente sabrosas y son muy difíciles de digerir. Pueden causar problemas en el sistema digestivo, como un malestar estomacal o incluso una obstrucción. Las obstrucciones en el sistema gastrointestinal pueden hacer que los perros se sientan muy mal, y a veces es necesario operar.
Si crees que tu perro puede haber ingerido una piel sin que te hayas dado cuenta, ponte en contacto con el veterinario inmediatamente. Estate alerta a los signos de un problema, como vómitos, diarrea, esfuerzo para ir al baño o no hacer heces, disminución del apetito o signos de dolor abdominal.
En resumen, lo más seguro es mantener las pieles de plátano alejadas de tu mascota, y limitarte a la parte sabrosa.
¿Cómo puedo alimentar a mi perro con plátanos?
Puedes dar un plátano a tu perro de muchas maneras. Puedes simplemente pelarlo y darle pequeños trozos, o machacarlo y mezclarlo con la comida. A algunos perros no les gusta la textura o el sabor de los plátanos, así que puedes probar a congelarlos, pelar el plátano y dárselo en rodajas
Si te sientes aventurero en la cocina, puedes mezclar plátanos con mantequilla de cacahuete apta para perros u hornear rodajas finas de plátano para hacer tus propios chips de plátano aptos para perros. Puedes rellenar ciertos juguetes (como un Kong) con plátano y meterlos en el congelador. ¡Será perfecto para un día caluroso!
Conclusión
Los plátanos son una golosina de fruta fresca segura para los perros. Son sabrosos y a menudo más sanos que otras golosinas que encontrarás en las tiendas de animales o en Internet.
Aunque los plátanos están llenos de nutrientes importantes, siempre deben darse con moderación y siguiendo los consejos de un veterinario. Demasiados plátanos pueden causar problemas digestivos, aumento de peso e incluso diabetes.
Por último, aunque hay muchas formas de alimentar a tu perro con plátanos, nunca debes darle la cáscara.
Rosa se graduó en la Universidad de Nottingham en 2016 y, desde entonces, ha trabajado tanto en la práctica solidaria como en la privada. Disfruta de todas las áreas de la práctica clínica, pero actualmente está realizando un certificado de postgrado centrado en la medicina de pequeños animales.