¿Cómo ayudar a un perro triste y/o deprimido?

¿El comportamiento de tu perro ha cambiado y lo encuentras desanimado? Puede estar triste o incluso deprimido. Esta enfermedad, que afecta a algunos seres humanos en una determinada etapa de su vida, también puede afectar a los perros.

Varias causas pueden estar en el origen de esta enfermedad en los perros, como la pérdida de un familiar, la muerte de un animal amigo suyo o la separación de la perra y sus cachorros.

Afortunadamente, hay algunas formas de animar a nuestros perros cuando más lo necesitan.

¿Cómo reconocer una depresión en un perro?

En la mayoría de los casos, los signos de depresión son fáciles de detectar, sobre todo si conoces bien a tu perro. El comportamiento de un perro deprimido cambia considerablemente.

Estos son lo signos más comunes:

• Una inesperada pérdida de apetito o, por el contrario, un hambre inusual. Esto puede provocar una pérdida o un aumento de peso, según el carácter de tu perro.
• Se aísla. A los perros tristes les suele gustar estar solos y esconderse para no ser molestados.
• Duerme más de lo habitual. Los perros deprimidos duermen más que los perros adultos sanos. Su patrón de sueño es más parecido al de un cachorro, entre 18 y 20 horas al día.
• Tu perro llora y suspira regularmente. Al igual que los humanos, los perros expresan su tristeza a través del llanto.
• Puede estar expresando un exceso de apego hacia ti. Algunos perros deprimidos desarrollan signos de ansiedad por separación con sus dueños. Otros hacen muchas tonterías para llamar la atención. En ambos casos, los perros están demostrando que la presencia de su humano es muy importante para ellos en este momento de sus vidas.

Si notas una o varias de estas señales en tu perro, lo primero que debes hacer es consultar a tu veterinario. Aunque la depresión puede ser la causa de estos cambios, puede haber otra enfermedad detrás de algunos de estos síntomas.

¿Cómo animar a tu perro triste?

Para acompañar a tu perro en esta difícil etapa y ayudarle a salir de ella, puedes llevar a cabo ciertas acciones que sin duda le subirán la moral.

Para respetar la necesidad de tranquilidad de tu perro, te aconsejamos que empieces con métodos suaves. Dedícale tiempo y atención mediante sesiones de caricias y cepillado. Esto le ayudará a relajarse.

Con el paso del tiempo, puedes intentar estimularlo más con salidas diarias. Si ya no le apetece tanto pasear y jugar, le irá cogiendo el gusto si amplías poco a poco el tiempo que pasáis fuera. Sin embargo, para que este método funcione, hay que procurar no cansarle aún más y respetar su ritmo.

Si ves resultados positivos, puedes animarle a que vuelva a jugar. Si esto funciona y vuelve a gustarle el juego, sigue estimulándolo regularmente para que vuelva a divertirse y hacer ejercicio.

Ten paciencia

A pesar de tus esfuerzos, la depresión de tu perro no cesará de un día para otro. Por lo tanto, es necesario tener paciencia.

En primer lugar, te aconsejamos que des a tu perro la oportunidad de aislarse mediante un lugar dedicado a él. Para ello, puedes, por ejemplo, instalar una acogedora cesta en la esquina de una habitación, etc. Aunque tu presencia sea importante para él, no debes apresurar a tu perro, pues corres el riesgo de que se deprima aún más.

Ve paso a paso y actúa en función de sus reacciones y cambios de comportamiento.

Si la depresión persiste a largo plazo, te aconsejamos que te pongas en contacto con un experto que podrá darte recomendaciones y hacerle un seguimiento profesional a tu perro.