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Lebrel húngaro, Magyar Agár
Este magnífico ejemplar de carrera, caza, vigilancia, protección y compañía combina maravillosamente diversas funciones y todo esto lo puede llegar a realizar dentro de una misma familia. A pesar de su apariencia algo snob, el Galgo húngaro está muy apegado a su familia y a sus amos. Posee muchas habilidades que desgraciadamente son poco conocidas. Su reputación, totalmente injusta, de "sub Galgo Inglés", lo hace que sea menos solicitado que otros sabuesos. Es una gran lástima para esta raza que ganaría mucho en ser más conocida.
Índice
Cariñoso y gentil con los suyos, no le gustan mucho los niños demasiado bulliciosos o movidos. Prefiere la paz y la tranquilidad. Este es un perro desconfiado y reservado con los extraños pero se trata de un excelente perro guardián.
Fiel e inteligente, tiene un carácter fuerte que requiere una buena educación. Sin embargo, la socialización debe ser inculcada desde una edad muy temprana.
Incansable en la caza, tiene una increíble resistencia y perseverancia en la carrera. Sobresale como corredor de larga distancia.
Delgado y fuerte, el galgo húngaro no es para nada frágil. No es masivo o macizo, pero es sin embargo sólido y tiene unos excelentes músculos.
Sus largos miembros y extremidades son muy potentes, y su silueta emana su gran rapidez y resistencia. No es ni demasiado masivo, ni demasiado frágil, sin embargo, es un perro muy fuerte, el Galgo Húngaro es muy elegante, y su aspecto refleja su gran fuerza muscular.
Entre 65 y 70 cm (25.59 y 27.56 pulgadas) para el macho
Entre 65 y 70 cm (25.59 y 27.56 pulgadas) para la hembra
Entre 25 y 30 kg (55.12 y 66.14 libras) para el macho
Entre 25 y 30 kg (55.12 y 66.14 libras) para la hembra
Su pelaje puede ser liso, con manchas o atigrado en todos los colores posibles.
Su pelo es corto, pero no demasiado fino, y es muy denso en invierno.
La cabeza es ancha y tiene un stop (depresión frontonasal) bien definido. Sus ojos oscuros son de tamaño medio.
Sus orejas tienen forma de rosa. Su hocico está bien pigmentado. Su gruesa cola es ligeramente curvada, esta es bastante fuerte y llega casi hasta el corvejón o jarrete.
Según la FCI, esta raza pertenece al grupo 10, a la sección 3 y al número #240
Este perro es poco ladrador y muy limpio, y puede vivir muy bien en un apartamento. Este puede convertirse en un perro de ciudad o de campo sin ningún problema.
Lo ideal sería que tuviera un gran jardín donde pudiera gastar su energía, pero un paseo diario donde pueda correr también es perfecto para él.
Está dotado de una hermosa energía, pero es tranquilo, equilibrado y muy silencioso cuando está en el interior.
Aunque puede soportar condiciones climáticas extremas, prefiere vivir en interiores cerca de los suyos.
Desconfiando de los extraños, tiene buenas habilidades de guardia y protección. Protegerá a los suyos y a su propiedad.
Su carácter requiere una educación temprana y perfecta en términos de socialización, que debe ser inculcada desde una edad muy temprana.
El galgo húngaro es un perro muy robusto que no sufre ninguna patología en particular. Tanto resistente como elegante, puede soportar temperaturas extremas.
Su estado de salud es generalmente excelente y rara vez se enferma. Este perro denota también por su gran longevidad.
CUIDADOS
No es necesario un mantenimiento o cuidado especial o exigente en su caso. Un simple cepillado regular, unas dos veces por semana, es más que suficiente.
El galgo húngaro ha sido utilizado para la caza desde tiempos inmemoriales. Originario y procedente de Hungría, como su nombre lo indica, este Lebrel, que todavía hoy es llamado Magyar Agar, desciende de los Lebreles asiáticos que fueron introducidos en el país en el siglo IX por los magiares.
En Hungría, el nombre Magyar Agar se utiliza para identificar al Lebrel cazador, mientras que el nombre Magyar Kutya se utiliza para identificar al Lebrel que se encarga de las funciones de perro pastor.
En aquella época, existían dos variedades, grande y pequeña. Más tarde, para que este fuese más rápido, se produjo entonces un mestizaje con el Galgo Inglés, lo que por desgracia ha contribuido a empañar su reputación.
En 1944, después de la prohibición de la caza a la vista y después de las dos grandes guerras mundiales, la raza casi se extinguió.
Para evitar que se extinguiera su lebrel en beneficio de una raza más rápida, los húngaros reconstituyeron la raza a partir de ejemplares encontrados en las granjas de su país. Los ejemplares fueron seleccionados por sus grandes cualidades como guardianes y cazadores.
La raza volvió a renacer en la década de 1960, pero no fue hasta 1971 que la FCI (Federación Cinológica Internacional) reconoció, finalmente, la raza, lo que aumentó la popularidad del galgo húngaro en Hungría y en otros lugares de Europa. Esta raza llegó a Francia alrededor de los años 80 del siglo pasado.
Este perro con un físico especial tiene muchas cualidades de perro de compañía, perro guardián y también es un excelente cazador. Muy eficaz en las carreras de larga distancia, puede ser incluso más rápido que el galgo inglés, por lo que se le suele distinguir en el canódromo.
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