Pastor Alemán

A primera vista, con todas las patologías que se han identificado, podríamos pensar que el Pastor Alemán es una raza relativamente sensible y débil, pero sigue siendo un perro robusto que raramente se enferma.

Como es uno de los perros más populares del mundo, es natural que se le hayan atribuido varios problemas especiales. La reproducción masiva de esta raza ha debilitado progresivamente a la raza. Simplemente hay que tener cuidado al comprar, comprobar la genética y asegurarse de que el linaje del criador es recomendable.

La dilatación-torsión gástrica debida al ejercicio después de comer puede ser una complicación. En el Pastor Alemán, como el esfuerzo es parte de su vida diaria, es necesario prestar atención a este síndrome de rotación del estómago. Como la mayoría de los perros grandes, la displasia de cadera también es un posible problema. Cuando tenga alrededor de un año, se puede comprobar esto acerca de los profesionales, para obtener un veredicto con total certeza.

También pueden padecer otros problemas, como mielopatía degenerativa, osteosarcoma, hemangiosarcoma, epilepsia, dermatomiositis y fístulas anales.

Le recomendamos encarecidamente que contrate un buen seguro para su perro cuando se convierta en propietario de un pastor alemán.

CUIDADOS

2 a 3 veces por semana, se recomienda cepillarlos bien y cuando estén en muda o pérdida de pelo (2 por año), la recomendación es cepillarlos todos los días.

Para los pastores alemanes que viven en el exterior, para no dañar la impermeabilidad de su pelaje, los baños deben limitarse a una vez cada 2 o 3 meses. Para los que viven en el interior, simplemente eviten los baños y concéntrense en un buen cepillado.

Necesitarás cepillarle los dientes regularmente para evitar la formación de sarro. Las orejas también deben revisarse con frecuencia para reducir el riesgo de infección. Dado que las uñas crecen rápidamente, es necesario cortarlas con cortauñas con bastante regularidad.