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Aunque es principalmente un perro de compañía, el Norfolk Terrier es también un excelente cazador de plagas, ya que este instinto natural de caza viene de sus lejanos antepasados. Es adecuado para todo tipo de propietarios, y puede ser perfectamente un perro guardián así como un compañero de vida para todas las situaciones familiares. El Norfolk Terrier es un agradable perrito, mucho menos conocido que su primo el Yorkshire Terrier, o algunas otras razas de Terrier. Sin embargo, la raza merece ser más difundida, puesto que este pequeño perro tiene grandes cualidades y aptitudes para todos aquellos que quieren un agradable compañero de vida de cuatro patas.
Un diablillo muy activo y muy vivaz, el Norfolk Terrier jamás es agresivo. Bastante amigable y cariñoso, sin embargo, es capaz de hacer la guardia si es necesario y defenderse a sí mismo a pesar de su pequeño tamaño. En el grupo de los terrier, tiene uno de los mejores caracteres posibles.
Este perro es ideal para la compañía y se lleva maravillosamente bien con los humanos. Es muy eficaz para localizar y exterminar pequeñas alimañas que son perjudiciales para su entorno. Su instinto de cazador de ratas viene de lejos, y lo ha mantenido a lo largo de los años.
Gentil, alegre, cariñoso y sociable, se lleva bien con todos, tanto con los humanos como con los animales. Su educación debe ser firme y rigurosa porque a veces es obstinado.
Aunque se les llama pequeños diablos peludos, los Terriers de Norfolk son mucho menos "diablos" que los demás Terriers. Puede vivir casi en cualquier lugar, porque su tamaño le permite gastar toda su energía en el espacio disponible.
A pesar de su apariencia y pequeño tamaño, tolera muy bien las variaciones de temperatura, pero odia la soledad. La presencia de los humanos es vital para él.
Todas las situaciones son compatibles con este pequeño perro. Es amable tanto con los perros pequeños como con los grandes.
Es necesaria una educación temprana, ya que tiene una ligera tendencia a ser testarudo. El rigor y la firmeza deben ser parte de su educación y adiestramiento, para que reaccione bien a las órdenes.
Bajo de piernas, este pequeño perro es sin embargo sólido y muy robusto. Con una excelente estructura ósea y una gran potencia, este perro compacto es sorprendentemente vivaz a pesar de su pequeño tamaño.
Su aspecto es honesto y muy impulsivo, y su mirada de perrito no refleja en absoluto su gran capacidad y vivacidad.
Entre 23 y 25 cm (9.06 y 9.84 pulgadas) para el macho
Entre 23 y 25 cm (9.06 y 9.84 pulgadas) para la hembra
Entre 5 y 5 kg (11.02 y 11.02 libras) para el macho
Entre 5 y 6 kg (11.02 y 13.23 libras) para la hembra
Su color varía entre diferentes tonos de rojo, gris o negro y color fuego. Puede caracterizarse también por manchas blancas.
Su pelo liso y duro. Su textura es similar a la de un alambre.
El cráneo del Norfolk Terrier es ligeramente redondeado, pero amplio y tiene un stop (depresión frontonasal) bien definido. Sus ojos ovalados son marrón oscuro o negros.
Sus orejas medianas tienen forma de V. Su nariz es negra.
Su cola fue inicialmente acortada, pero cada vez más, la tendencia es hacia una longitud moderada. Es recto y se estrecha hacia la punta. Cuando se acorta, se lleva en posición erecta.
Según la FCI, esta raza pertenece al grupo 3, a la sección 2 y al número #272
Ninguna patología en particular afecta a la raza, y por lo general goza de una excelente salud. Estos robustos y resistentes perros también disfrutan de una gran longevidad.
CUIDADOS
Su bonito pelaje requiere un cepillado diario. También es preferible dar al Norfolk Terrier un aseo o acicalamiento profesional dos o tres veces al año, para asegurar una buena salud a su pelaje "de alambre".
Originarios y procedentes de Gran Bretaña, los Terriers de Norfolk comparten sus orígenes con los Terriers de Norwich. Estas dos razas conjuntas son aparentemente el resultado de un cruce entre el Terrier Irlandés y el Terrier de Yorkshire, que tuvo lugar hacia finales del siglo XIX en Inglaterra, en el condado de Norfolk.
Así pues, en 1930 se creó el Club de Terrier de Norwich y en 1932 se recibió la raza con el aporte de sangre de otros terriers.
En 1964 las dos razas se separaron y cada una recibió sus propias características. En un primer lugar, los dos perros eran muy similares, pero hoy en día son totalmente distintos, tanto por su temperamento como por su diferencia física.
A lo largo de las generaciones, se han convertido en dos razas de perros muy diferentes, en pleno derecho cada una de ellas.
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